Aunque vi muchos artículos acerca de la serie documental de HBO I'll Be Gone In The Dark, no me animé a verla hasta que me la recomendó un amigo. Ni me había molestado en ver el trailer. Sabía que era una serie que se enfocaba, o por lo menos incluía algo, de la difunta esposa de Patton Oswalt -resultó una tragedia que conmovió "al mundo entero."
Incluso, gente que me parecía no tendría por qué conocerlo -porque es mucho más conocido en Estados Unidos que en México- me comentaba lo triste que le pareció cómo había muerto su esposa... pero bueno. El hizo la voz de Remy, la rata de Ratatouille en Inglés (como dato adicional, por si siguen sin ubicarlo)... y seguí mis días sin más.
Este es Patton Oswalt.
Por fin me animé a verla y quedé realmente sorprendida. Michelle McNamara era una investigadora y escritora prolífica. Era mejor conocida por el gusto que le tenía a la investigación de casos de crimen reales, y por el que inició el blog True Crime Diary en el que escribía acerca de casos que le interesaban y cómo se habían desarrollado, correcta o incorrectamente, el proceso de investigación y de manera muy sutil... cómo le afectaba.
Fue tal la popularidad del blog que la invitaron a participar en el podcast My Favorite Murder que le dio notoriedad como escritora e investigadora. Aquí expuso que le parecía que EL caso más importante / representativo de asesinato serial era el que menos atención había recibido. Incluso, le parecía mucho más importante que los asesinatos múltiples orquestados por Charles Manson. El del East Area Rapist, o EAR -por sus siglas- que aterrorizó a una comunidad del Estado de California (Norte) durante la década de los 60 / 70 y durante los '80 también, tiempo en el cual se le conoció como Original Night Stalker -ONS- pues había mudado su M.O. a la parte Sur del Estado.
La directora tiene en su currículum, haber dirigido / colaborado en el documental de (mi cantante de jazz favorita) Nina Simone. Una mujer conflictiva, ambiciosa, de caracter fuerte y a ratos irreverente e incongrüente. Esta cinta biográfica la hizo acreedora a una Nominación de los Premios de la Academia Oscar. Me parece que fue el año en el que ganó el de Amy. Ni cómo consolarla.
Y con la misma delicadeza con la que trabajó en este documental, muestra cómo Michelle Mcnamara se adentró en su proyecto para el que nunca vió su desenlace por partida doble: la publicación del libro y el día de juicio que ella consiguió para las victimas del East Area Rapist.
Dándole más identidad, más profundidad a esta docuserie es la música, o siendo aún más específico, la canción con la que abren. Es fascinante, misteriosa, melancólica... tiene muchas capas. Como las tenía Michelle Mcnamara. Es digna de darnos un vistazo a lo que representa el caso y su principal promotora.
Quiero pensar que Michelle sonreía y se quejaba poco, como todos. Pero en su interior estaba intentando lidiar, manejar... con unos monstruos muy oscuro en lo más profundo de su ser. Estos temas tan macabros por algo le apasionaban. Le permitían plasmar esa oscuridad sin que se le juzgara, sin que se le predispusiera un adjetivo calificativo. Lograba, de cierta manera, tenerlos bajo control... pero en realidad, a estos demonios nunca se le tienen bajo control... eso es lo que nos permiten pensar.
La canción es interpretada por Aimee Mann, quien no es ajena a estos temas de locura y desesperación. Uno de sus álbumes lleva por título Mental Illness. Creo que eso explica por sí mismo por qué la hace la cantante indicada para interpretar una canción del aún más oscuro y críptico, Leonard Cohen. No había mejor opción para darle inicio a esta serie. Esa guitarra que suena con prisa, y la segunda que la acompaña con más calma. Esas dos caras que enfrentamos a lo largo del día.
Digna del cantautor, Avalanche -que es la canción que suena en la cortinilla de entrada junto con los créditos principales- tiene un peso religioso / culposo / devastador a ella. No soy muy fan de su tono de voz, ni de su estilo que se califica como un híbrido entre el gospel y el rock (al que no le encuentro sentido) pero esta canción me habló y me reflejé en muchas cosas de las que "habla"... pero sobre todo, es totalmente relevante con la vida y obra de Michelle. De alguna manera, también la describe a ella. Esa oscuridad con la que lidió sola. Que nunca la comunicó - o no sabemos- a la persona más dispuesta a ayudarla. De esos demonios que le privaron a su hija el amor y compañía de su madre.
Escuchen la canción, mientras leen la letra.
...The cripple here that you clothe and feed
Is neither starved nor cold...
When I am on a pedestal
You did not raise me there
Your laws do not compel me
To kneel grotesque and bare
I myself am the pedestal
For this ugly hump at which you stare
You who wish to conquer me
You must learn what makes me kind;
The crumbs of love that you offer me
They're the crumbs I've left behind
Your pain is no credential here
It's just the shadow, shadow of my wound
I have begun to long for you
I who have no greed
I have begun to ask for you
I who have no need
You say you've gone away from me
But I can feel you when you breathe
Así se vive la desesperación, la soledad. El desamor. Así se sufren los malditos demonios que se instalan en la mente, en el alma. En tu ser completo. Como un cáncer del que se desconoce la cura.
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